Las primeras preguntas qué me hacen al inicio de una clase de interiorismo, siempre son acerca de las reglas para mezclar color y obtener la certeza de que lo estás haciendo bien.
¿Cómo hago para saber que estoy mezclando bien el color? – ¡Yo compro cosas que me gustan y nunca sé si van a quedar bien juntas!
Obviamente cuando tienes ojo y experiencia, puedes generar excelentes combinaciones de color, exitosas, y se puede volver simple e intuitivo, es muy sencillo tomar un color base (azul, por ejemplo), mezclarlo con dos tonos neutros (grises y blanco) y rematar con una madera acorde a los tonos.
pero ¿De verdad es tan simple mezclar el color? La realidad es que la respuesta puede resultar muy abigüa, ya que en gustos se rompen géneros, sin embargo, es un hecho que pueden generarse combinaciones de color atrevidas y que sean exitosas, más allá de que la combinación guste a algunos y a otros no, a lo cuál una paleta de color ¡siempre será susceptible!
Regresando a la pregunta inicial, la respuesta es ¡Si! y tendremos que adentrarnos pues en la teoría del color, en caso de que no tengas mucha idea de qué es la teoría del color, te recomiendo que leas al respecto y pronto espero escribir algo de ello, en este caso en específico nos enfocaremos a un rama, hablaremos de los esquemas de color.
Basados en el circulo cromático, y la posición de los colores en él, los esquemas de color son reglas que nos permiten crear combinaciones armónicas, encontrando los tonos precisos para combinaciones exitosas. En este punto es conveniente mencionar que una vez que eliges los tonos para una paleta de color, deberás proporcionarlos correctamente y está es otra etapa de la que hablaremos en otro momento, apoyándonos en las reglas de contraste de Itten.
A continuación, te explico cada uno de estos esquemas:
Monocromático. En este caso estaremos creando una paleta de color muy homogénea, se trata de tomar un color y elegir dos o tres tonos más en la misma gama, con diversos grados de saturación y brillo.
La posición de los tonos no es muy relevante, ya que al tratarse de la misma gama de color, pero si deberemos prestar atención a la proporción de cada uno en la paleta.
Análogo. Para este tipo de esquema elegiremos un color dominante, será el corazón de la paleta (morado), los dos colores adyacentes a este color, en el circulo cromático (fucsia y púrpura), resultan en esta mezcla.
Complementario. Cada color tiene a su complementario en el circulo cromático, que es el que se encuentra ubicado justamente enfrente, para este tipo de esquema solo deberemos elegir un color base y elegir su color complementario para crear la mezcla.
Complementario dividido. En este tipo de esquema elegiremos nuevamente un color base, digamos que es el rojo, y localizaremos a su color complementario (verde oscuro), los dos colores adyacentes o análogos al color complementario, serán los colores que usaremos en esta mezcla al lado del rojo.
A partir de este esquema comenzaremos a crear paletas más complejas y atrevidas. Siempre formaremos un triángulo para encontrar la mezcla.
Triada. Estás son combinaciones que haremos formando un triángulo equilátero en el circulo cromático, los tres colores que sean tocados por los vértices del triángulo, serán los que determinen la paleta de color.
Cuadrada. Utilizaremos cuatro colores que se encuentren a la misma distancia dentro del circulo cromático, es decir, como si dibujáramos un cuadrado perfecto circunscrito en el el circulo.
Tétrada. Nuevamente seleccionaremos cuatro colores dentro del circulo cromático, el esquema cuadrado es parte de las tétradas, pero no toda tétrada será cuadrada; este esquema se trata de elegir dos pares de colores complentarlos y mezclarlos para generar la paleta de color.
Como podrás ver a mayor número de colores, generamos paletas más ricas y versátiles, en función de la saturación y brillo que designes a los tonos en tu paleta, puede ser o no atrevida.
A mayor cantidad de colores mezclados, mayor cuidado deberemos prestar a las reglas de contraste y la proporción en la que coloquemos cada uno de estos colores dentro del espacio, desde los muros, cojines, piezas de arte… pueden intervenir en cualquier punto del espacio.
¡No olvides que estas paletas irán acompañadas de tonos neutros! en otro momento les platicaré de cuándo utilizar neutros cálidos o fríos para complementar la paleta de color y fusionarlo con el resto de los materiales: maderas, piedras, acero… ¡Todo un mundo de opciones!
Probablemente para este punto te estarás preguntando…
¿Y cómo obtengo gamas de color específicas? ¡Si existen millones de colores!
Afortunadamente existen herramientas que te ayudarán a encontrar los tonos precisos para cada combinación, a continuación te comparto mis favoritos.
Lo ideal es representar las paletas a través de renders, de está manera podemos tener un acercamiento más real a como luciría un espacio, sin embargo, la siguiente es una herramienta adicional que te puede servir de inspiración y para probar en dentro de algún patrón tus paletas.
Recuerda que crear paletas de color se trata de darle vida al espacio, provocar emociones y recrear ambientes, siempre debes hacerte preguntas que te encaminen, antes de armar una paleta de color:
- ¿Qué emociones quiero provocar?
- ¿Cuál es el ambiente que quiero recrear en el espacio?
- ¿Deseo un ambiente sobrio y sofisticado? ¿Se trata más de un ambiente juvenil y divertido? Por dar un ejemplo
- ¿Quién es mi usuario, cómo es su forma de vida?
- ¿Existe un estilo definido que vaya ligado a ciertas gamas de color?
Cada respuesta te marcará el camino y te acercará a elegir la paleta correcta, porque este debe ser, ante todo, ¡Un proceso lúdico!